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viernes, 28 de octubre de 2016

12ª regla: Aprende continuamente

Finalizamos esta sección de las 12 reglas del éxito que había expresado Steve Jobs en su momento y que necesariamente siempre debemos considerarlas dada la importancia de las mismas. Concluye el citado con una de las más relevantes. 

12ª regla del éxito: Aprende continuamente

            Quedó como la última regla del éxito, pero creemos que pudieran más bien pelear los primeros lugares sin lugar a dudas, dado que es parte de nuestra naturaleza aprender constantemente, mejorar, superarnos, hallar las soluciones a las dificultades, y seguir.
            Como líderes, emprendedores y conociendo las críticas constructivas y las opiniones de la gente que nos quiera ayudar y enseñar, pues será un ejercicio más el aprender de nuestro entorno. El aprendizaje nos eleva para mirar con mayor detenimiento lo que acontece. En la fábula de la elección del rey de la selva cuando mencionamos sobre aprender del fracaso, también cabe indicar que ante el intento fallido del león el mismo estaba convencido que aprendió una importante lección, que dada su juventud y que todavía sus fuerzas no eran suficientes, la montaña se constituida un obstáculo imposible, pero sabía para la próxima cómo enfrentar dicho problema.
            Hay mucho que aprender cuando a inversiones y economía se refieren, pues los mercados cambian constantemente, hay variaciones nucleares, y lo que ayer fue una verdad hoy es mentira. Por ejemplo, en los años 80, a quién le hubiera importado nada sobre invertir en empresas tecnológicas, qué había de todo aquello, ya en los 90, cómo enfrentar el pequeño auge de Internet, qué ofrecer, y en la actualidad si no estamos conectados a todo eso, qué extraviados nos veríamos.
            Recuerdo hasta unos años atrás que mucha gente se resistía al uso de los teléfonos móviles diciendo que celulares es una moda que pronto terminaría, al igual incluso que las computadoras en sus inicios, a nadie les interesaba porque pronto sería obsoletas, pues vislumbraba su futuro, por lo que eran muy pocos los que decidieron aprender sobre estos modernos objetos. Hoy pensar en no estudiar computación –que se enseña ya en los niveles iniciales de las escuelas- es negarse a hablar prácticamente, a no hallar trabajo, a no saber qué hacer ante determinadas situaciones como ser el cobro de dinero por cajeros automáticos. Siempre se aprende algo nuevo.
            Mandela decía que la educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar el mundo y Einstein decía vive como si fuera a morir mañana y aprende como si fuera a vivir siempre.


         

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miércoles, 12 de octubre de 2016

11ª regla del éxito: Aprende del fracaso

Seguimos con las 12 reglas del éxito de Jobs, y antes de la última mencionaremos ésta que se refiere a aprender del fracaso. 

Undécima regla: Aprende del fracaso

            No sabemos si el cofundador de una de las compañías de ventas de computadoras más grandes del mundo pensó al referir sobre esta regla sobre los fracasos propios o ajenos, pues desde nuestro ángulo con aquellos que no son nuestros sino de algún otro también podemos aprender mucho.
            Claro que solo con los nuestros es cuando verdaderamente aprendemos, pero habrá que ver una modalidad también para aprender de los demás, pues hay una abundancia infinita de jurisprudencia en esos casos.
            Por su parte este hombre había fracaso en una parte de su vida de un modo casi infantil, quedando fuera de su propia empresa. Error que enmendó cuando volvió, pues se encargó de que eso nunca más pase, liderando la compañía a través de un golpe estratégico. La cuestión es que existen miles de casos similares y dicen que la vida no da segundas oportunidades, pero quizás la primera no fue una oportunidad sino fue la muestra de lo que no debe hacerse y la segunda es la primera ocasión que se tiene para enmendarlo y rehacerlo bien.
            El problema es que los seres humanos tendemos a tropezar dos veces con la misma piedra, situación que puede disgustar y ser preocupante, pero lo que nos conviene más bien es ocuparnos del tema, tomar los recaudos suficientes y seguir –tal cual hipnotizados- con nuestra vista hace el norte que nos hemos propuesto.
            En la fábula de la elección del rey de la selva, habiendo muerto el león mayor quedaron 3 de sus hijos peleándose la corona, por lo que la asamblea de la selva convocó a una competencia de habilidad, debiendo los 3 contendientes subir a una enorme montaña y quien lo logre sería electo a la corona. Intentó el primero y fracasó sin llegar a la mitad de la cúspide; lo mismo el segundo, ambos desalentados por el infortunio. El tercero no tuvo mejor resultado que sus hermanos y descendió para el juzgamiento. La asamblea no sabía que decidir, hasta que desde arriba un águila sentenció que había visto a los tres procurar laboriosamente el ascenso, pero sólo fue el tercero quien manifestó que “por estas vez me venciste oh gran montaña, pero aun soy joven y pronto me haré más fuerte, mientras que tú seguirás igual, y allí te venceré”.
            Si nos conocemos bien, si somos nosotros mismos, posiblemente cualquier adversidad la sortearemos aprendiendo de nuestro fracaso. Si tenemos visualizado el resultado no podrán apartarnos de él tan fácilmente.
            Todo líder puede equivocarse y como dicen, solo es una potestad de los que lideran equivocarse. Ya nos corresponderá aprender de ello y mejorar.

Frases para memorizar:
«El éxito es la capacidad de ir de error en error sin perder el entusiasmo» (W. Churchill)

«Puedo aceptar el fracaso, pero no acepto no intentarlo» (M. Jordan)

«No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior» (S. Jobs)

«Mi carrera como director de cine ha sido más que la repetición de un fracaso tras otro» (T. Kitano)  



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martes, 11 de octubre de 2016

10ª regla del éxito: Innova y crea, no copies

Hemos explicado algunos conceptos básicos y también trajimos a colación lo que para uno de los grandes hombres y más exitosos de los últimos tiempos representa el éxito. Así, mencionamos las 12 reglas del éxito de Jobs, pero solo las citamos a modo ilustrativo, por lo que queremos enfocarnos brevemente en cada una de ellas.

La décima regla: Innova y crea, no copies

            La perspectiva de Jobs estaba naturalmente asentada en las tecnologías, por lo que no debemos naufragar en sus postulados sino convertirlos a la versión que nos corresponda, aunque hoy estemos vendiendo ropa interior femenina, joyería o sencillamente el periódico en un puesto en el mayor supermercado del país.
            Cómo puedo innovar si mi negocio ha sido siempre el mismo, por décadas, esa es la pregunta recurrente, o también, qué puedo crear si yo solo me dedico a la reventa, o soy empleado, o lo que fuere. Pero imagínense –y esto es lo que admiro realmente- el tiempo en el que Appel da sus pasos de bebito, más bien su gateo, fueron momentos oscuros para la informática, tiempos en los que no existía el ratón (mouse), nada de Internet, ni impresoras, ni placas de video, ni procesadores de doble núcleo, ni nada parecido a lo que hoy tenemos. No existía luego nada, salvo algunos transistores y procesadores menos poderosos que las calcularas comunes de ahora. Otrora la vida de un informático no era justamente una promesa.
            Pero no obstante surgió todo aquello, se desarrolló y han llegado a la cúspide, sin intenciones en lo más mínimo de bajarse de allí, justamente por ese principio cardinal de ellos: innovar o crear algo nuevo. Cuando ya no pueden más crear, entonces vienen con una versión más nueva que la anterior, con más luces y colores y en fin, así ha sido estos 1 o 2 lustros y seguirá así por siempre seguramente.

            La aplicación práctica es mirar con esos ojos a nuestra góndola de verduras o ropas o lo que fuere que vendamos, sino con los nuestros, con nuestra perspectiva, acuérdate, sé tú mismo. Una farmacia habilitó un servicio de atención a sus clientes desde unas ventanillas sin que los mismos tengan que bajarse de sus vehículos; otra habilitó una sección especial para niños; otra creó una promoción con puntos por cada compra, y así, la innovación está, solo que no la queremos ver en nuestro negocio.


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lunes, 10 de octubre de 2016

La 9ª regla: Pide opinión

La novena regla para muchos puede resultar muy conflictiva, dado que no estamos acostumbrados a este ejercicio. Sin embargo surge como una recomendación atendible si la analizamos objetivamente.

La novena regla del éxito de Steve Jobs: Pide opinión

            Seguramente de las reglas de Steve Jobs, ésta es la que la mayoría no tiene en cuenta, por la sencilla razón que no está dispuesta a escuchar la opinión de nadie. Este factor es general, desde el más holgado hasta el líder principal de un emprendimiento. La pregunta es porqué.
            No sabemos por qué, pero sí podemos señalar que es error generalizado que causa graves inconvenientes, retrasa en gran medida la posibilidad de obtener mejores resultados en un buen tiempo y perjudica la inversión y la economía.
            Pero es un ejercicio. Al igual que aquello de pedir disculpas y perdón o de cultivar un buen relacionamiento con los demás, el punto de pedir la opinión de otro es una laboriosa actividad que va desde el 1 al 10, siendo el 1 la iniciación de esa actividad. Inicia con solicitar un punto de vista cualquier sobre nuestro trabajo principal, que es en puridad lo más doloroso que existe, pero con ello comenzaremos a forjar nuestro cuero para soportar las verdaderas críticas de aquellos que teniendo o no autoridad para el efecto se arrogan tales funciones, como si les pagaran millones de dólares.
            Una vez que la receta comience a tener sus efectos nos compete oír lo que nos dicen. Esa sí es otra cuestión bien complicada, pues hasta pedir la opinión a otro era fácil, pero escucharlo, eso sí que tiene vericuetos insalvables. Pero hay que sortearlos y finalmente auscultar al interlocutor, pues de eso se trata este punto. Qué dicen los demás de lo que tenemos entre manos, cuál es su crítica favorable, qué sugieren para mejorar, cómo comprende el mundo que por nuestros ojos nosotros lo vemos diferente, o mejor dicho, nuestra visión la comprenden o ni siquiera la perciben. 


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viernes, 7 de octubre de 2016

La 8ª regla de Jobs: visualiza el resultado

Con cada paso que damos hacia el éxito, nuestra visión debe estar centrada en el porvenir, en los resultados que obtendremos. Steve así lo entendía y por ello la estableció como una de sus  12 reglas del éxito .

La octava regla del éxito de Steve Jobs: visualiza el resultado.

            Lo mejor de todo es imaginarse la mies lista para segar, el ganado engordado listo para venderlos, el comercio lleno de mercaderías para la venta, entre otros miles de ejemplos posibles, en los que concebimos que eso que hoy apenas vemos como una semillita pequeña que cabe en nuestros dedos, dentro de unos meses, años y más, será una enorme y grandiosa realidad.
            Ahora, esto no significa pasar 10 horas al día en forma seguida soñando aquello. Dicen que de los soñadores nada más es el éxito, pero en realidad si nos pasamos el día dormitando pues jamás alcanzaremos nada. Soñar, visualizar, imaginar, es solo parte de nuestra fe y fortaleza que nos lleva a tener el norte soñado, visualizado, imaginado, y que es esencial para todos pues el rumbo a seguir es muy largo, y a cada trecho, pues, hay que descansar un poco, dormitar brevemente y bajar del mundo de irreal aquello que será muy pronto parte de nuestra realidad.
            La planificación tiene mucho del porvenir, pues concentramos los pasos que haremos y sus resultados avizorando resultados posibles, los que nunca deben ser –aunque imaginados- demasiado alentadores. Hay que realizar los cálculos no lógicamente a pérdidas, pero tampoco a ganar el 110 por ciento, pues eso si bien puede ocurrir, en puridad es bastante imposible. Lo mejor es un promedio, que a la vez sea lo más insulso y simple posible, para no construir el castillo sobre la arena. Si todo sale mal, pues nuestro proyecto no fue demasiado errado y con corregir algunas cuestiones podrá mejorarse para la próxima; pero si todo sale bien, la proyección si bien errada, su yerro es tan grato y brinda mayor felicidad, pues se consiguieron mejores resultados de los esperados. Eso sobre los papeles, pues en tu corazón siempre los logros a obtenerse deben ser infinitos.

No se trata de dónde estés ahora, sino de dónde quieres llegar, tu meta, tu norte.

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jueves, 6 de octubre de 2016

La 7ª regla: aspira a ser líder

La innovación es lo que distingue a un líder de los demás, decía Jobs, así que no solo debes aspirar a ser líder, sino como condición previa debes ser innovador. Hemos explicado ya varias de las 12 reglas del éxito de Jobs, la primera, la segunda y la quinta, por lo que queremos enfocarnos brevemente ahora en la séptima: 

La séptima regla del éxito de Jobs: Aspira a ser líder

            Jobs fue un líder nato. Su liderazgo emergía con una potencia incontrolable que no solamente era parte de él sino que pareciera que si bien se exteriorizaba, es decir manaba de dentro para fuera, en realidad más de la veces tal energía estaba sintetizada en la fortaleza que del exterior le representaban amigos, familiares, su misma empresa y el éxito.
            La muestra de esto no solamente la encontramos en algunos precursores como el cofundador de Appel, sino que es palpable y denominador común en todos aquellos que siempre han liderado, por lo que no es factor menor y hay que tenerlo como parte de las prioridades, y al decir de aquellos que recitan que el liderazgo se camina solo o que aleja a los seres queridos, creemos en realidad que eso seguramente será algún modo de liderazgo pero no es el que verdaderamente redituará en el éxito integral.
            Así se multiplica como una epidemia incontrolable aquello que para ser buen líder, para ser un gran jefe, para ser el mejor en tal o cual gerencia, presidencia o lo que fuere, se debe dejar atrás todo, incluso la familia, amigos, ocio, la felicidad. Pues un concepto muy equivocado. La mejor manera de aspirar al liderazgo es concentrándonos en las cosas que verdaderamente son valiosas para el ser humano, siendo una de ellas la familia. Si lo que estás haciendo para lograr ser líder te aparta de tu familia, pues allí no están coordinando ciertos factores de tu responsabilidad que deben dejarse en claro desde el principio.

            Las reglas del éxito te condicionan a ser un líder, pero tú puedes contra ofertar que asumirás esa responsabilidad no dejando atrás lo más valioso, y que todo esfuerzo y sacrificio que implique lograr el éxito no estará supeditado a los valores familiares. Un buen líder lo es primero dentro de su entorno familiar, y por supuesto después en cualquier lugar en donde se encuentre.


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miércoles, 5 de octubre de 2016

6ª regla del éxito de Jobs: Piensa en tus pasos futuros

          Hasta aquí hemos explicado varios conceptos básicos y también trajimos a colación lo que para uno de los grandes hombres y más exitosos de los últimos tiempos representa el éxito. Así, mencionamos las 12 reglas del éxito de Jobs, pero solo las citamos a modo ilustrativo, habiendo pasado revista de la primera, segunda y hasta la quinta, por lo que queremos enfocarnos brevemente ahora en la sexta: 

La sexta regla del éxito de Jobs: Piensa en tus pasos futuros

            La planificación es parte del catálogo de las reglas del éxito, porque nadie se arroja a una piscina sin agua, sino por el contrario, primero la manda limpiar unos días antes, luego carga agua limpia y cristalina, y cuando está todo de acuerdo se lanza sin miramientos.
            La pregunta que surge a esto es cuál es realmente el punto, demasiados cálculos y seguridad justamente no son los estándares de aquellos que todos los días pregonan en alto “arriésgate”, o “si no arriesgas no ganas”, o mejor aún, “bajo el riesgo está la ganancia”.
            No hay un contrasentido, porque los corredores en general no solamente de atletismo o de fórmula uno, saben con precisión que gran parte de su labor consiste en la búsqueda exacta del momento para adelantarse, y si bien pareciera que durante toda la carrera están corriendo, valga la redundancia, fuertemente, la cuestión es que en realidad más que nada están compitiendo por no desaprovechar la ventaja cuando ella surja y que solo a ellos se le dará, es un todo por el todo esperando el momento justo, y ello comprende a veces riesgos, pero está dentro de lo requerido para la obtención de lo esperado. Ese es el plan, esos son los pasos futuros.
            Así, conviene tener preparadas las jugadas siguientes, armadas ciertas estrategias para el futuro, e incluso el plan b, pues no todo sale siempre a pedir de boca, sino que habrá contratiempos constantemente. Una correcta utilización de estos métodos darán efectividad también a cualquier operativo, y respaldan con mayor precisión, evitando pérdidas de tiempo innecesarias, buenos resultados.



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martes, 4 de octubre de 2016

La 5ª regla del éxito de Jobs: sé emprendedor

            Hemos explicado algunos conceptos básicos y también trajimos a colación lo que para uno de los grandes hombres y más exitosos de los últimos tiempos representa el éxito. Así, mencionamos las 12 reglas del éxito de Jobs, pero solo las citamos a modo ilustrativo, por lo que queremos enfocarnos brevemente en cada una de ellas.

La quinta: Sé emprendedor

            Cómo no serlo, si esa es prácticamente toda la esencia de un buen inversionista. Está claro que emprender implica factores que para ciertas personas resulta mucho más sencillo, como por ejemplo el ir, preguntar, habilitar un negocio, hablar con la gente, con productores o con los distribuidores, regatearles, pedirles precios, examinar el mercado, comparar, cerrar si es necesario y reabrir en otro lugar, entre otras miles de actividades que para otros es más difícil, ya sea ello por la falta de seguridad en uno mismo, por la carencia de viveza o adiestramiento para el efecto, del temor al rechazo, de no conocer las bases de una negociación ventajosa, entre otras también de miles de opciones posibles.
            Entonces quizás el ser emprendedor esté más limitado a lo que realmente estamos capacitados a realizar por nuestra propia cuenta y cuanto notamos (lo importante de conocernos a nosotros mismos, regla 1) que evidentemente hacemos aguas por todas partes, pues más bien contratar a alguien que tenga mejores cualidades. Jobs contrató en su empresa a alguien que lo creyó mejor para el trabajo que requerían en su momento, que era la proyección de las ventas, la promoción de sus productos, la expansión de Appel y efectivamente no significa que por ello dicho genio haya dejado de ser emprendedor.
            Más adelante también mencionaremos otras vertientes y miramientos de este punto que no se agota en lo expuesto, dado que las diversas perspectivas sobre la cuestión innumerables.
            Está de moda el emprendedurismo como una suerte de solución a todas las problemáticas existentes pero no es así, y si bien es cierto que es una parte fundamental de todo esto, la cuestión hay saberla manejar.
            No es emprendedor quien renuncia a su empleo, ese que le permitía vivir dignamente con su familia para arrojarse sin paracaídas a abrir de la nada un negocio propio, sin conocimientos en la materia, sin capital suficiente, sin tener mínimamente algunas perspectivas sobre el mercado, entre otros miles de ejemplos más. O quizás sí lo sea, pero emprender de ese modo más bien resulta un equívoco, y no nos equivocamos al decirlo.
            El punto está en arrancar, pero conociendo medianamente los resultados, planificando los efectos y las consecuencias del accionar, y por sobre todo, pensar de modo adecuado cuál será el mejor momento para principiar algo. Respecto al momento recordemos esa historia que siempre contaban los grandes respecto a la rana que se encontraba en un latón con agua hirviendo y que a medida que ascendía más y más el calor el agua la misma más y más intentaba bajar la temperatura de su cuerpo, hasta que no pudo más, entonces fue cuando decidió salirse del latón, pero ya no contaba con las fuerza suficientes para el efecto. Así es la cuestión del momento. Esperamos, aguantamos, equilibramos nuestro entorno, y eso nos desgasta. Cuando queremos salirnos, ya no es el momento, ya estamos demasiados agotados para el efecto.
            Las decisiones son siempre valorables, pero más lo serán si son excelentes decisiones, las que por cierto solo el tiempo las califica.

            Cuando Jobs se refirió a este punto seguramente tuvo en cuenta el factor tecnológico, en el que emprender es la lengua materna de todos aquellos que son parte de ese ámbito, por lo que sé emprendedor, pero mantente alerta.

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jueves, 22 de septiembre de 2016

La 4ª regla del éxito: Analiza

            Hemos explicado algunos conceptos básicos y también trajimos a colación lo que para uno de los grandes hombres y más exitosos de los últimos tiempos representa el éxito. Así, mencionamos las 12 reglas deléxito de Jobs, pero solo las citamos a modo ilustrativo, por lo que queremos enfocarnos brevemente en cada una de ellas.

La cuarta: Haz un análisis de los pros y los contras

            Las reglas anteriores (la primera, la segunda y la tercera) estaban relacionadas con la actitud y aptitud que cada uno esgrime hacia sí y hacia su entorno, haciendo que las cosas sucedan.
            Ahora, eso que quieres que suceda, dará buenos, muy buenos o excelentes resultados, o incluso, qué tipos de resultados, para quién, para dónde, porqué esos resultados (frutos, beneficios, productos, ganancias en las inversiones, economía sana etcétera) y no otros, por qué no más ganancias, o más trabajo, o menos trabajo y más ganancias, y en fin, la lista es interminable.
            La examinación preliminar, el análisis previo de los pros y de los contras nos permitirá vislumbrar el futuro que queremos. Para dónde vamos.
            Por ello esta regla tiene que ver mucho con la planificación, que también se ven reflejadas en otras que Jobs ha mencionado, como por ejemplo la que menciona sobre pensar en los pasos futuros.
            La acción que cada emprendedor e inversionista pueda dar, como hemos indicado, por supuesto que tendrá irremisiblemente sus resultados, pero no son solo los resultados lo que buscamos, sino por ejemplo no agotarnos en ese camino, no terminar destrozados ante un esfuerzo inhumano para lograr determinado logro.
            Jobs entendió que pesar en una balanza los beneficios y los perjuicios sería primordial como una regla efectiva para el éxito.



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lunes, 19 de septiembre de 2016

La tercera regla de Jobs: Esfuérzate al máximo

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La tercera: Esfuérzate al máximo

            Todo éxito requiere de sacrificios. Esa premisa la encontrarás desde los primeros párrafos de este blog hasta el último, dado que no existe la cosecha sin la siembra.
            Pero lo que llegues a obtener solo está reflejado en tanto y en cuanto a lo que has dado en contrapartida, de lo que has traspirado para lograrlo. Ya dijimos también anteriormente, 1% de inspiración y 99% de transpiración.
            A Josué en el Antiguo Testamento le fue dada esta sencilla regla, esfuérzate y sé valiente, y el hombre no solamente fue el que ingresó a la tierra prometida, saboreó de leche y miel, sino que también destruyó a todos sus enemigos. Esa misma promesa es la que debemos recoger para nuestro tiempo, para nuestras inversiones y nuestra economía personal.
            Dar todo representa que estuvimos plenamente convencidos de lo que teníamos, de lo que sabíamos y hacia dónde apuntábamos, que no nos reservamos nada y que dimos todo por el todo. Cuando en alguna entrevista se presenta una joven o un joven con proyecciones y altos compromisos, resaltan como si en una fila de personas tuvieran 2 metros de altura o más. Se diferencian en gran medida de los demás y por eso Jobs en la anterior regla (la segunda) decía: se diferente.
            Hay que conocer el límite entre esforzarse y agotarse, esto último no da resultados, no produce frutos más allá de lo que en igual medida se conseguiría sin ningún esfuerzo.



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La 2ª regla de Jobs: sé y piensa diferente

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La segunda: Sé diferente. Piensa diferente

            Concomitante con la primeraregla, al conocernos a nosotros mismos ya sabemos de nuestro potencial, de lo que somos capaces, quizás –como siempre se menciona- no mejor o peor que otros pues existen cuestiones que no son medibles ni materia de competencia, pero sí diferentes a los demás. Existe un eslogan que reza ni mejor ni peor, simplemente diferente.
            Entonces cuando Jobs hace referencia a esta regla y en particular para nuestro ámbito, en las inversiones y para la economía personal, ser diferente genera una revolución dentro de nuestro mismo entorno, para no ser un simple número más dentro de la multitud y la globalización.
            Desafiar la corriente y embarcarse en el Titanic. Cuál es el problema de navegar (con el consiguiente naufragio) en el mejor navío de la época, el más enorme en su momento, en un viaje inaugural. Ninguno, incluso muchos sobrevivieron, por lo que esto evidencia que no son las cosas como todos la pintan.
            Cada persona tiene un talento, algo que lo distingue. No somos simplemente números como muchos nos quieren hacer parecer. Para la inversión y la economía personal esto cuenta mucho, es relevante y pasa a ser el fundamento por el que no compraré aquello que todos compran por el solo hecho que todos lo han comprado, o no gastaré demás porque todos están desbancados, al límite. Jobs creía que esto era una regla para el éxito y particularmente creemos que es así.


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La 1ª regla de Jobs: ser uno mismo

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La primera: Sé tú mismo y haz lo que te gusta

            El hecho de pretender ser otro, parecerse a otro o hacer las cosas como lo hace otro es de por sí una pérdida de tiempo. Solo que cuesta mucho tiempo darnos cuenta de ello.
            Aquí Jobs la dispara ya de entrada. Sin adornos ni prosa ni ninguna locuacidad. Sencillo, tajante y práctico: ser uno mismo. Uno diferente entre miles de millones, uno que marque la diferencia, uno que le guste lo que hace.
            Hacer lo que nos gusta nos llevará a no trabajar, dado que si nuestro trabajo nos gusta pues se convertirá indirectamente más bien en un hobby. A eso es lo que apuntaba el cofundador de computadoras Appel.
            En nuestro ámbito, cuando nos referimos a invertir, a mantener nuestra economía saludable y fuerte, pues la regla indicada es plenamente aplicable y corresponderá a cada uno ser lo suficientemente sincero como para ser uno mismo. Pretender ser otro o querer actuar como otros podría generar dificultades económicas a la larga que no son recomendables. Ah!!!, el vecino se compró la camioneta Volvo del año, o el BMW que solamente lo has visto en sueños, pero él lo hizo, porque seguramente le sobra dinero para adquirir esos bienes.
            Es considerable y oportuna la recomendación –también para la inversión y la economía personal- que daba Steve.


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